25 septiembre 2006

Vídeo boulder.

El jabón, 7A+

Bloque en la Silla de Felipe II.

19 septiembre 2006

JOHN GILL. El nacimiento del boulder moderno.

John Gill en Hagermeister, Estes Park, Colorado

-Para el bloquero entendido el nombre de John Gill tiene un especial significado. Representa innovación y poderío, estilo y dedicación. Sus problemas de bloque son casi elitistas; escaladores de todo el mundo van en su búsqueda, a probarse con los estándares instaurados por la primera leyenda de esta actividad.
Sus contribuciones son inmensas, hasta el punto de que ha llegado a ser protagonista de una biografía, bien llamada, Master of Rock (de la que hay dos ediciones: la original de 1977, y la revisada y extendida de 1992. Ambas son muy recomendables para quienes quieran adentrarse en su vida. La del 77 se centra más en sus bloques, y la del 92 habla más de su vida al margen, y de otras escaladas).
Ningún otro escalador ha tenido tanta influencia en nuestra manera actual de ver el bloque. Él fue el primero en visionarlo como una actividad gimnástica, el primero en emplear intencionadamente la técnica dinámica, y el primero en usar magnesio para secar las manos.

-John Gill comenzó a escalar en Alabama, en 1953. Estaba en las categorías junior de la High School cuando sus compañeros le introdujeron en el mundo de la escalada. Muchos de sus conocimientos en ella vienen del "AAC´s Handbook of American Mountaineering", y de las entradas de Montañismo de la Enciclopedia Británica. En un número reciente había una foto de un guía de montaña con unas impresionantes botas, que escalaba una pared de un modo bastante expuesto. La foto quedó grabada en su memoria, y generó en él un interés inicial por la escalada con cuerdas. De esa manera quedó enganchado a esta actividad.

“Era algo asombroso. Me sentía como si hubiera estado atrapado toda mi vida, y de repente estaba escalando todas aquellas rocas…la sensación de escalar era algo maravilloso”, - dice Gill. - “En aquel momento, el concepto de dificultad no tenía ningún sentido para mi. Todo era duro, y cualquier cosa parecía terriblemente peligrosa, pero también tremendamente excitante y aventurada, un estilo de vida que nunca había experimentado”

Haciendo la "palanca frontal" a una mano

-En el colegio Gill recibió un curso de gimnasia deportiva. Sus 1,88 metros de estatura eran inapropiados para las acrobacias, así que decidió centrarse en la escalada con cuerda y a las anillas.
Ascendiendo la típica cuerda de casi 4cm de grosor de los gimnasios, Gill desarrolló un increíble y explosivo potencial en su tren superior. Sin ayuda de los pies, y desde la posición de sentado, podía ascender por ella hasta 7 metros en tan solo 3,4 segundos (¡a solo 0,6 segundos del record mundial!). Aun hoy es algo impresionante. Las anillas le ayudaron a desarrollar mucho la zona muscular de los hombros. Podía hacer un “cristo” invertido, y le gustaba mucho hacer la “mariposa”, que suponía una flexión, cual aleteo, con ambos brazos abiertos a 180 grados, desde la posición de colgado total de las anillas y hasta juntar las manos con las caderas, para llevar las piernas al perfil de L. De estos ejercicios podía hacer dos seguidos.

-Desde mediados a finales de los años 50 la progresión, en escalada, se solía hacer con la teoría de los tres puntos siempre fijos a la roca. Los movimientos dinámicos eran considerados como un execrable ejemplo de carencia técnica, algo que solo hacían escaladores desesperados que habían perdido el control.
En esa época Gill estaba tan interesado en la escalada como en la gimnasia. Observó los estándares de escalada de la época y se dio cuenta de que los dos deportes eran muy similares. Vio que… “Podría haber un gran progreso para aumentar la dificultad del libre, concentrándose en escalar bloques”, y fue el primero en ver los bloques como si fueran otros aparatos de gimnasia más.

-Los primeros bloques a los que se acercó con esta mentalidad fueron tres pequeños trozos de granito cercanos a Jenny Lake, en los montes Tetons. Durante 1957 y 1958, propuso problemas, en esta zona, con movimientos de una dificultad muy superior a la de cualquier escalada hecha con cuerdas en aquella época. En 1959, propuso un brillante resalte en la cara este de Red Cross Rock, que sería el primer dinámico de la historia del boulder.

The Scab, un B2 de Gill

-Su trayectoria haciendo bloque puede dividirse en tres fases: la primera, entre 1957 y 1961; la segunda entre 1961 y 1970; y la tercera entre 1970 y 1987. Durante todo este tiempo escaló sin tener en cuenta las normas de la comunidad escaladora, siguió su camino a su antojo, y lo hizo en el estilo que mayor satisfacción le produjera a cada momento. Siguió lo que él llamó: El Sendero Vertical.

-Durante su primer período, Gill estuvo más interesado en la dificultad que en el estilo. No solo experimentó con la técnica dinámica, sino que comenzó a practicar la meditación Zen y los ejercicios de relajación para incrementar su rendimiento. En esta época fue cuando realizó la mayoría sus aperturas en los Montes Tetons, en las agujas de Black Hills, en Devil´s Lake y en el Mid South. Experimentó con diferentes estilos, retuvo lo que le funcionó, y descartó el resto. Además fue ahora cuando comenzó a usar el magnesio de la gimnasia sus escaladas. También en este período fue cuando realizó un maceado en una de sus rutas, para agrandar un agarre minúsculo.

“Eso ocurrió en Devil´s Lake en 1959, y la única excusa posible estaba implícita en la potencialidad de aquel problema, algo tan mezquino y sin ética como sería hacerlo hoy. De haberme contenido, y haber regresado al problema en un momento más feliz, sin duda lo habría logrado sacar sin macear”

Haciendo aquello, la escalada no iría por buen camino, así que Gill no volvió a cometer aquel error.

-Gill piensa que el boulder es un deporte que se practica mejor en soledad, a pesar de que, habitualmente, el lo practicaba con más gente. Dos importantes compañeros de la la primera época fueron Yvon Chouinard y Rich Goldstone. Observando a Chouinard, pudo percatarse de que siempre existen varias maneras de resolver problemas de bloque. Gill le sacaba dos cabezas, y muy raramente usaban las mismas secuencias. Goldstone, en palabras del propio Gill, “era muy fluido y elegante”, y se tomaba mucho más en serio el bloque en aquella época, que muchos otros compañeros que tuvo.

-Gill iba en busca de bloques que el viera apropiados para sus especiales habilidades físicas. También buscaba bloques que fueran físicamente agradables. Desplomes y resaltes abruptos se adaptaban bien a sus largos y poderosos movimientos. Sin embargo, como no tenía mal juego de pies, también podía conquistar placas duras, cuando era necesario.

-Durante esta primera fase se generó una buena reputación. Muchos colegas estaban realmente impresionados por la dificultad de sus bloques, y él era el único que podía resolver la gran mayoría de ellos. Otros le desestimaban calificándole como “simple bloquero”, y, otros, creían que era un tío raro que derrochaba su talento en piedras tan pequeñas como un montón de alubias. Sin embargo, Gill raramente se preocupaba de las expectativas de los demás. No obstante, en el libro Master of Rock (1977), dijo:

“Me sentía en la necesidad de producir algo, de hacer algo realmente substancial”


-John Gill llegó a obsesionarse con una agujita de solo nueve metros de altura, de las Needles de Dakota del Sur. Llamada The Timble (el dedal), su textura cristalosa, de orientación noreste, desplomaba en toda su longitud. El movimiento clave estaba más arriba de la mitad. Unido a lo temeroso y psicológico del bloque, existía una pequeña valla de madera a los pies, contra la que caerse en los intentos. De haber caído en los dos primeros tercios de la escalada, Gill se habría hecho polvo contra ella. Mas arriba el daño estaba asegurado, pero por la altura. Tres o cuatro veces viajó los casi 800km que le separaban de la Base Aérea de Montana en la que residía, para dar pegues a este bloque. Debido al riesgo que implicaba, para este proyecto necesitó mayor preparación que para ningún otro. Entrenó duro para ello, y llegaba a hacer hasta tres dominadas seguidas, de un solo brazo, del estrecho marco de una puerta.

John Sherman en el Dedal

-Finalmente, la primavera de 1961, consiguió pinzar a gusto todos aquellos frágiles agarres y controló todas las puertas hasta llegar a la cumbre del “Dedal”. Desde entonces, este se transformaría en uno de los bloques altos más desafiantes del mundo. Pasarían décadas hasta que viese una repetición sin cuerda. Y para entonces, la valla de madera de la base, ya llevaba bastante tiempo desaparecida. Esta ascensión de Gill realzó su reputación hasta nuevas cotas y silenció las todas las críticas. Nadie que intentase repetir, o que tan si quiera observase, el trazado del “Dedal”, podría atreverse a llamarle “simple bloquero”.

-Muchos de los mejores bloqueros consideran The Thimble como uno de los problemas resueltos con mayor inspiración de toda América. En palabras de Gill:

“The Thimble, para mi, no es realmente un problema de bloque. Es quizá demasiado alto y peligroso. No recuerdo hacer movimientos dinámicos en él. Para mí, el auténtico bloque debe ser dinámico. Siempre consideraré que algo que implique movimientos estáticos, no importa de que grado de dureza, es una micro escalada, incluso aunque esté en un bloque”

-La definición de boulder de Gill hace hincapié en el mínimo riesgo, los movimientos dinámicos, y la gran dificultad técnica, de B1 para arriba. De todo esto, The Thimble solo tiene lo último (si se usa la graduación B de los años 60).

-Esta ascensión marcó el final de la primera etapa en su carrrera. Al año siguiente estaría fuera de las fuerzas aéreas, casado, y residiendo en Alabama para cursar un master en matemáticas. La segunda fase de su bagaje bloquero tuvo lugar durante un momento en el que su familia y su carrera ocupaban gran parte de su tiempo libre. No obstante, el boulder supuso una importante vía de escape durante estos nueve años.

-Cuando salía a escalar olvidaba sus problemas, se concentraba en la sensación física de la escalada y en la belleza del entrono natural. De un estado de privación de goce para los sentidos, como era estar estudiando para su graduación, se derivó una nueva situación de aumento de conciencia, al escapar a hacer bloque. El cielo parecía más azul, y los cantos de la roca mucho más agudos y definidos. Durante esta etapa, el estilo cobró importancia para Gill.

-De Alabama se movió a Murria, Kentucky, donde fue profesor de matemáticas, y escaló de manera muy extensiva por la zona de Dixon Springs, al sur de Illinois. En 1967 se desplazó a vivir a Fort Collins, Colordo, a cursar el doctorado en matemáticas, en la Universidad. Allí se encontró con otro escalador-gimnasta, Rich Borgman. Gill le aficionó al bloque, y juntos comenzaron a explorar la Reserva de Horsetooth.


John Gill en Sunshine Boulder, Horsetooth

-Gill propuso, y abrió, los problemas más famosos de toda esta zona. Mental Block y Eliminator son algunos de los sectores más famosos a nivel mundial. Tres de los problemas clásicos de Mental Block: Corner Lock, Standard y los Pinch, fueron todos abiertos en el primer día de visita. Fueron probados en top-rope, ya que la caída era bastante seria. Con el paso de los años, los escaladores fueron retirando la mayoría de las piedras del tamaño de televisores que originariamente estorbaban en la base. Aun así, muchos siguen optando, actualmente, por hacerlos en tope.


El típico bloque dinámico de Gill. Pinch Route, Mental Block. Es la pinza de mano derecha, de arenisca, más famosa de USA

-Como Gill se tomaba muy en serio el bloque, le resultaba difícil obtener compañeros, y para dirigir la atención de los escaladores hacia sus problemas, se dedicó a pintar flechas de 5cm en estos sectores.

“-Quería que la cosa creciera. Quería tener acompañantes interesados como yo en el tema”, -dijo Gill a Chris Jones en 1979, “-Era la única manera de tener a los escaladores punteros atentos. Darles una clasificación. Por supuesto es algo que no he vuelto a hacer”.

-Cuando se le dijo que otros escaladores habían marcado con las mismas flechas los nuevos problemas abiertos en la zona, soltó una sonrisa de preocupación.

Gill en Eliminator

-Horsetooh no fue la única área norteña de colorado que vio blocar a Gill. En Estes Park escaló en los bloques de Hagermeister, así como en Lumpy Ridge, y en los aislados bloques del Parque Nacional de las Montañas Rocosas. Split Rocks, Flagstaff Mountain y Eldorado Canyon también fueron pateados por sus cletas. En este momento fue cuando conoció a Pat Ament, un escalador-gimnasta de la localidad californiana de Boulder, que comenzaría a ser su compañero habitual, y eventualmente su biógrafo, además de su amigo para toda su vida.


Pat Ament, en Right Hand Mantel

-Gill afirma que sus virtudes gimnásticas iban en disminución, mediada la década de los 60, pero su fuerza, aun seguía siendo fenomenal. Desarrolló una habilidad sorprendente para sostener con facilidad su cuerpo paralelo al suelo, en bloqueo, y de un solo brazo (“palanca frontal”). Era capaz de hacerse siete flexiones consecutivas de su brazo derecho, y seis con el izquierdo. Podía hacer una completa, de un solo dedo de cualquiera de las dos manos. Pero lo que era verdaderamente sorprendente era verle hacerlas de agarres en pinza bastante ásperos y deformes. Para muchos bloqueros, repetir los trucos de fuerza de Gill suponen una meta similar a la de repetir sus bloques. En el artículo “El Arte del Bloque”, publicado en 1969 en el American Alpine Journal , Gill dice:

“-Los ejercicios básicos para el torso incluyen la “palanca frontal” de dos brazos, las dominadas de un solo brazo, y el mantel de una sola mano. Otros convenientes son la “butterfly mount” (mariposa), en las anillas, y la palanca frontal de un solo brazo. El que se quiera dedicar bien a esto debe hacer dominadas de agarres en regletas de diferentes grosores, y también dominadas de las puntas de los dedos, de una sola mano, sobre los marcos de puertas y en barras”, -pero más adelante comenta: “-La habilidad para hacer todos estos ejercicios no es absolutamente esencial para el boulder. Usarlos pule y hace más delicada y estilizada la escalada de uno. Muchos de los bloques más dolorosos demandan muchos esfuerzos de esta naturaleza”

Gill en Horsetooth Reservoir, a finales de los 60.

-Sus trucos de fuerza, unidos a la falta de repeticiones en muchos de sus bloques más duros, aumentaron su reputación y, quizá, intimidaron a muchos que pensaban que el boulder era algo casi imposible para los mortales.

-Para explicar su estilo de escalada a otros, Gill escribió numerosos ensayos. En “The Art Of Bouldering” define su juego. Llama al boulder como: “[...]básicamente es una escalada de un largo, con movimientos acentuados de gran dificultad”, además promulgó la filosofía de que “[...]el bloquero está preocupado por el estilo además de por lograr encadenar, y no piensa que lo ha conseguido hasta que realmente lo ha hecho elegantemente o como se debe”

-En aquel momento presentó el sistema de graduación B. B1 (que significaba 5.10, de movimientos en libre de 1969, el mayor grado estándar en escalada con cuerdas de entonces), era el punto en el que él notaba el corte entre practicar escalada y pretender hacer bloque. Habla de movimientos dinámicos y es, probablemente, el primero en usar la palabra “punto cero”, en conjunción con la escalada.

-El libro “The Art Of Bouldering” presenta el bloque como un pasatiempo gimnástico. Uno puede considerar que los ensayos escritos por Gill habrían definido este deporte para las generaciones venideras, a la manera de su supremo practicante. Los escritos de Gill han sido a veces calificados como “tan densos y recónditos, como sus exámenes de matemáticas…”

En Capstan Rock, Flagstaff Mountains

-Muchos escaladores se han empantanado en su forma de escribir, perdiendo el hilo de sus ideas. Para muchos practicantes, lo que definió de verdad este deporte no son sus escritos sino sus problemas de bloque. Muchos mirarían a una de sus rutas, o alguna foto suya escalando, y dirían: “esto es boulder”. Se trató de repetir sus propuestas, incluso de abrir nuevos bloques a un nivel parecido, y, algunos, seguro que igual de preocupados que él por el estilo y la elegancia.

-En 1970 Gill sufría grandes dolores y no pudo escalar en todo el año. De este modo finalizo la segunda etapa en su carrera bloquera. Cuando regreso a la escalada apenas podía hacer cuatro dominadas seguidas, ni a dos manos. No estuvo muy seguro de si deseaba seguir haciendo bloque. Se estaba haciendo demasiado popular para él. Colorado estaba entrando en su época de máximo apogeo en boulder, con muchos bloqueros muy fuertes y concienciados. La competencia entre ellos era muy fuerte y creció la obsesión conjunta por la dificultad. Gill no vio con buenos ojos esta obsesión, de mentes simples, por la dificultad, y aquello le pareció algo insano:

“-Que cosa menos placentera, como el propio ego. La escalada, en su faceta más superficial y externa, ha llegado a ser obsesiva con su propia imagen, y necesita de una continua reafirmación en los espejos de la dificultad y el peligro”. -Lo que parece lo primordial en el bloque: la dificultad, es tan solo un aspecto más de este deporte. Muchos escaladores de bloque persiguen la dificultad por encima de todo lo demás, al tiempo que ésta es recompensada con el reconocimiento de la comunidad escaladora.

Reach Overhang, Horsetooth.

-Gill notaba que el alma o sentido más integro e interno del bloque tenía mucho más que ofrecer, pero para que uno pudiera conseguirlo, se tenía que divorciar a si mismo de la competición.

-Entonces se fue a vivir a Pueblo, para dar clases de matemáticas en la Universidad del Sur de Colorado .Esto le permitió un distanciamiento de la escena de la escalada.

-En los pequeños resaltes de arenisca de la zona oeste de Dakota, escaló en soledad. Pulió al máximo los movimientos de sus bloques hasta realizarlos con el menor esfuerzo posible. Logró una sensación de ligereza enorme, ese fluir anhelado por los gimnastas. Esos estados de conciencia kinestésica logrados, fueron de gran importancia para él.

-En 1976 Pat Ament hizó una película en blanco y negro de Gill escalando en los alrededores de Pueblo. Llamada “The Silent Climber”, mostraba su suavidad y poderío. En alguna toma se le ve saliendo del suelo para empezar algunos bloques, ya fuera para asirse mejor en los agarres o para enlazar mejor con los siguientes movimientos. La sensación que transmiten las imágenes es de que fuese remolcado con un globo de helio invisible.

-El estado de conciencia kinestésica es algo a lo que Gill no podía llegar normalmente, cuando escalaba con más gente.

“Siempre he detestado la cantidad de energía extra que obtienes de tener espectadores”, dice Gill, “Ya sea a tu lado del espectro (o sea, esperando a que lo logres), o en el otro (esperando que falles)”.

John Long en Where Boneheads Dare

-No obstante él no siempre podía estar solo en Pueblo. Los escaladores de la zona le buscaban, para probar sus trucos en presencia del Master Of Rock. Gill se sentía cual pistolero del oeste retado a duelos con jóvenes “cracks” engreídos. Son abundantes las historias de escaladores reventados por los problemas de bloque de Gill, con él sonriendo socarronamente al ver sus fracasos. En el libro “The Puming Sandstone”, John Long lo cuenta así: “Me recordaba a una película antigua que tengo, de Mohammed Ali observando a unos principiantes boxear”.

-Algunos pensarán que, después de todo lo que Gill criticaba la competición, no caería en la tentación de ganar todas esas afrentas con los jóvenes, pero Gill admite:

“ -Por supuesto, yo no estaba más allá de la configuración normal de las emociones humanas”. - La competencia existente seguro que le llevó (con treinta y muchos años, e incluso durante sus 40s) a abrir algunas de sus durísimas propuestas de bloque de Pueblo. Le gustaba la idea de lograr un bloque irrepetible, un B3, pero dijo: “-[...]después de muchos años me he dado cuenta de que no existen problemas de ese tipo”

-Muchas de las exploraciones de Gill en Pueblo fueron llevadas a cabo en compañía de su colega Warren Banks, quién le introdujo en la lectura de Carlos Castaneda. Al principio, Gill se mostraba escéptico; los escritos de Castaneda estaban relacionados en aquel momento con la cultura de las drogas, y Gill no tenía ningún interés en adentrarse en aquel mundo. Banks le convenció de que en el mundo que dibujaba Castaneda había algo más que alucinaciones inducidas por las drogas. Finalmente le fascinaron estos libros, y pronto, siguió las instrucciones de Castaneda, y fue capaz de provocarse un estado de ensoñación, despierto y consciente, y sin drogas. Durante seis o siete años experimentó con este alterado estado de conciencia, incluso mientras escalaba bloques y rutas largas (pero fáciles) en solitario. Por momentos, decía sentirse físicamente entrelazado con las rocas, mientras escalaba.

-En 1987, a la edad de 50 años, la tercera etapa en su carrera bloquera, terminó repentinamente en un bloque de granito, de las montañas del oeste de Pueblo. Después de hacer un severo lanzamiento a un agarre, con su mano derecha, su mano y pie izquierdo se despegaron de la roca. Pensó que escuchaba su camiseta desgarrarse, pero, rápidamente, notó un bajón considerable en sus fuerzas en su brazo derecho. El tendón de su bíceps se había roto, por la unión con el codo. El músculo se recogió hacia arriba como la persiana de una ventana, y formó una especie de gajo de pomelo gigante a la altura del hombro. Entonces cayó al suelo y tranquilamente exclamó: “Se me ha salido el bíceps”. El tendón fue recolocado quirúrgicamente, y un año y medio después ya pudo hacerse una dominada colgado de ese brazo. Sin embargo, la posibilidad de una nueva lesión en la zona, le acabó convenciendo para retirarse del duro bloque dinámico.

-Aunque era conocido por su dedicación al bloque, Gill también disfrutaba en escaladas más largas. En 1994 escribió:

“Desde hace por lo menos cuarenta años, cuando trepé en solitario la cara este del Long´s Peak, vengo escalando en solitario rutas normales, muchas veces como necesario balance ante la enervante experiencia de pasarse dos horas seguidas dando pegues a un bloque, sin poder despegar ambos pies del suelo; y a veces como alivio al dolor físico que provoca el esfuerzo al límite. Continúo haciendo este tipo de escalada. Una mezcla de exploración cauta y abandono despreocupado”.

-Muchas de estas escaladas eran en rocas y paredes vírgenes. A veces implicaba largas escaladas en solo y sin cuerda, normalmente en torres y domos fáciles, pero que a veces se desviaban a terreno de mayor dificultad cuando el terreno así lo requería. De esta manera podía encontrarse a si mismo en pasos de 5.9 ( V+ ), a 150m del suelo, solo por que creía que era el mejor trazado de ascenso. Una vez más, Gill se salí de los modos habituales de escalada, para ir en busca de los que cuadraban mejor consigo mismo, en busca de su propio “sendero vertical”.




-Hoy en día, a la edad de 56 años, Gill vive con su segunda mujer, Dorothy, en una casa en los llanos del oeste de Pueblo. Su hijastra y su nieto los visitan frecuentemente, y continúa con sus clases en la universidad. Aun saca tiempo para colgarse de las anillas de gimnasia de su garaje, así como de otros aparatos caseros de entrenamiento, hechos por él a mano. En ocasiones es visitado por escaladores, y Gill responde calmoso a todas sus consultas, en lenguaje gramaticalmente correcto. Recientemente ha repetido la travesía llamada “The Ripper Traverse”, un poderoso problema (en iron-cross), que escupe a los escaladores. Gill se mantiene en su sendero vertical, y ahí seguirá.

(Traducido del libro: "Stone Crusade" de John Sherman, 1994-1999)



40 años despues...




(fotografías de la colección de Iván Luengo)


11 septiembre 2006

Espolón Rosa


Ya conocíamos esta vía del Peñotillo, pero era quizá la mejor opción para que Toño se reencontrase con la escalada en roca, después de más de un año de no calzarse los pies de gato. La ruta es sencillita, y se puee complicar al gusto, solo hace falta buscarle las vueltas.

En el primer tramo nos metimos por una placa de ataque directo al espolón, pero me escaqueé por la derecha, porque había una zona rara y no me quería poner los gatos. Toño lo sacó por el centro y dijo que no había nada raro y que salía bien.

En la primera reunión, bajo los resaltes de la siguiente foto


La segunda tirada de cuerda sepuede hacer por cualquier sitio, Toño bordeo estos bloques verticales por la derecha...no se podía proteger bien el paso. Por encima (siguiente foto), se llega a una amplia hombrera donde montó una reunión en un bloque, con anillo de dinema de 5 metros....lo más rápido, seguro y efectivo en este tipo de recorrido.


El siguiente tramo es casi el más chulo. Vas subiendo por un lomo sencillo, con unas prespectivas muy guapas a la izquierda del dedo o gendarme del Peñotillo. Hay una vía de Pedro Nicolás, de los 70´s, que hace travesía desde este espolón hasta la base del dedo. Me estuve fijando en ella, y no parece ninguna tontería, hay que echarle un par, mas que nada por el aire que tiene hacia abajo a la izquierda, y por el aseguramiento precario.

El dedo visto desde la segunda reunión

Otra vista del dedo mientras se sube por el espolón.

La fumarola vertical de uno de los cúmulos de formación que nos prepararon una pequeña fiestecilla en la cumbre.

Toño en uno de los pasos algo difíciles de la vía, en el penúltimo largo


Al terminar teníamos una tormenta encima. Un marrón que prometía descargar, pero que finalmente se desplazó, y solo nos mojó en la bajada por la pedrera que separa el Peñotillo de la Maliciosa. Sonaron unos cuatos truenos gordos espectaculares. Bajando observamos a una cordada que salía a la cumbre de la Maliciosa. Salimos de allí, lo que se dice cagando leches...

08 septiembre 2006

SINNIVEL 35


CAMP 4



La escalada Yosemítica ha producido poco periodismo. Los integrantes de esa comunidad escaladora han escrito, sobre todo, a cerca de grandes escaladas en las que han participado. La revista Mountain es una publicación Inglesa con una pequeña tirada en USA. En julio de 1969 hicieron un número especial sobre escalda en Yosemite. Parte de ese número es el siguiente artículo. Es el tipo de artículo que nunca habría sido escrito sin un requerimiento del exterior, sin un interés por parte de lectores foráneos pero de cierta familiarización con este tipo de escalada. Escrito en el “dialecto” típico de los escaladores, captura bien la imagen de la vida en el Campo 4 durante los años 60.
(Galen Rowell 1973)



(Artículo originario de Doug Robinson 1969)

El Campo 4 es el hogar físico y espiritual de los escaladores de Yosemite. Está situado muy cerca del centro geográfico del valle, allí donde las viejas y estables paredes rocosas, pobladas de robles y líquenes, se hunden bajo sus caras norte, hasta unirse con las praderas del río Merced. En contraste con su espectacular puesta de sol, ha llegado a ser lo más pisoteado y polvoriento, probablemente lo más ruidoso, y seguramente el menos habitable de todos los campamentos del valle. Es el único que abre todo el año, y fue durante mucho tiempo un lugar lleno de remolques, mascotas y de tantas otras cosas indeseables y de difícil clasificación. Sin embargo, los escaladores lo prefieren a cualquier otro lugar.


A diario, y en pleno verano, es también el “hogar”de familias completas de turistas, con sus ruidosos perros, sus caravanas completas, y sus aparatos de televisión incluidos. Hacia el anochecer, y según los últimos niños revoltosos levantan las últimas polvaredas durante sus ajetreadas cenas, comienza el regreso de las hordas de escaladores, con todo su característica sonoridad metálica. Por parejas o en grupos de tres, hablando y riendo, con un cansancio exagerado y fácilmente visible en los manchurrones de tierra y sudor de sus frentes; con el brillo pizarroso que los mosquetones han dejado en sus manos, y con esos típicos pantalones “Granny Grundie” de 15 centavos, hechos añicos desde la altura del cinturón, hacen su aparición en el lugar para reclamar su derecho de estancia. Se quiera o no, es realmente su zona de acampada. Los turistas han penetrado, sin darse cuenta, en un círculo mágico. Han entrado en el centro de un campo de fuerza de tradiciones y emoción.

El servicio del Parque colocó mesas, y los escaladores las usaron para apañarselas. Era lo único parecido a un hogar para ellos. Manteles de hule, estufas, cajas llenas de cacerolas y sartenes, linternas de keroseno; las inevitables guías de pastas rojas “A Climber´s Guide to Yosemite Valley” de Roper, y diversos talismanes. Una clavija de "V" rota, y algún reproductor de discos con alguna colección de Beethoven o de los Rolling. Una variada colección de kletas y botas de montaña, en sus diversos estados de decadencia, puestas en línea bajo las mesas. El campo se completa con una colección de cuerdas, material de hierro variado, y petates apoyados contra algún árbol. Los escaladores también poseen su típico escondite a prueba de osos, colgando de una rama de árbol, y camas a cielo descubierto fabricadas de ramas de pino. Un confortable hogar para varios meses. En los momentos álgidos de la temporada, durante primavera u otoño, al menos la mitad del Campo 4 aparece ataviado con este tipo de “atuendos”.

Es probable que los bloques diseminados alrededor de la zona fueran los que atrajeran a los escaladores, desde un principio. De una escalada frontal y en “mantle”, y pequeños agarres, la mayoría de estos “problemas de boulder” son inadecuados para entrenar la clásica escalada de fisuras de las paredes del valle. Aun así son muy populares. Una horita de boulder mientras se hace la cena, es algo muy habitual. Además, los bloques sirven para otras funciones. Son un punto natural de reunión en el que los escaladores que han llegado solos, pueden encontrar compañeros para el día siguiente. También son centros de atracción de churris turistas, que acuden a mirar, charlar, y ser invitadas a alguna fiesta nocturna, satisfaciendo, de esta manera, otra de las necesidades básicas de los escaladores.

Los atardeceres del Valle siguen un ciclo irregular de noches tranquilas, alternadas con noches de fiesta. El frescor que reina a veces, muy bien recibido después de lo abrasador de algunas jornadas, ahuyenta la necesidad de buscar cobijo. Es así como los escaladores pasan largas rachas de convivencia plena con el medio, completamente al aire libre, organizando muchas de esas fiestas. Muchas de ellas han sido legendarias, como la del 20 aniversario de la ascensión a la Lost Arrow, cuando catorce escaladores escalaron la aguja, e hicieron la tirolina, esperados arriba por otros treinta, para celebrarlo con cervezas y té de los Montes Tetons, alrededor de una enorme hoguera.
Las fiestas son frecuentes, a veces espontáneas, y muchas veces impredecibles. Cuando una se monta suele ser demasiado tarde para que los turistas puedan quejarse del ruido; cosa que cuando ocurre, obliga a los juerguistas a abandonar la zona o tener que plantar cara al ranger de turno. Recuerdo una de ellas en la que me fui pronto a dormir, y me desperté viendo como un escalador dirigía, con su linterna, una procesión de tarados aferrados a sus botellas de vino. Cerrando la fila iban dos figuras más silenciosas y de paso más seguro, con sendos sombreros de “Smokey-the-Bear” (¿¿??).

A unos setecientos metros del Campo 4, a través de praderas de ondulantes hierbas, el río Merced dibuja un ancho meandro, y forma la playa de Sentinel, en el remanso de sus aguas. Desde lo alto, el Sentinel observa todo lo que allí acontece: los mirones de escaladores, los mirones de churris, los dormilones, los bañistas, y los que se dedican a leer con los pies descalzos en las arenas. Y a veces, por la noche, la luna asoma por detrás del Sentinel para mirar, bronceada y luminosamente escurridiza, a bailarines desnudos en el río, mientras botellas de vino medio llenas, quedan clavadas en caóticos ángulos sobre la arena.

Y las tardes tranquilas. Con grupos en camisas de manga larga alrededor de una mesa; jarras de té, discusiones sin final, de escaladas, escaladores, filosofía, religión, y todo tipo de sujetos. Y silencios. Con el final de un pensamiento desvaneciéndose entre la luz de una linterna, los últimos transeúntes se van callando y se van a la cama. Y la densa oscuridad parece traer una nueva dimensión. Una profundidad y un silencio que se espesa tras de ti, antes de que la noche se haga realmente palpable. La unión espiritual, los sentimientos hogareños, en este polvoriento campamento, y el compañerismo con los otros. Todo se hace casi visible por unos breves instantes, al final del día, antes de que vaguemos silenciosos para dejar caer nuestros cansados cuerpos sobre la oscura cama hecha de pinos…para que horas después, con una ligera sensación temblorosa, bajo las sombras de la luna filtrada entre las ramas de los robles, reptemos hasta el saco de dormir.
Por la mañana el sol tarda en escalar hasta lo profundo de este valle. Pero la luz de la mañana promete el calor del día. Los escaladores se levantan temprano, no por su rigor alpino, sino por comparación con los turistas. Y se asiste a unos breves momentos de calma expectante, solo rotos por el familiar y grabe rugido de un fogón Primus que calienta el té matinal. Cuerdas, mazas, y clavijas, cuelgan amontonadas de cordinos en las cercanas ramas de los robles. En este momento de expectación, los pensamientos de los escaladores comienzan a abandonar el Campo 4, y se desplazan a lo alto de las paredes, al problema elegido para ese día.
(Del libro "The Vertical World of Yosemite" de Gallen Rowell, 1973)

06 septiembre 2006

Prueba de selección: Dani de Vito

Este es el video de la prueba de selección realizada en Julio en la Peña del Águila en Galayos.

Dani nos sorprendió al realizar en solo el Sueño del Navegante (A3+).




05 septiembre 2006

Lunni Climbers

-A partir de este mes de Septiembre y tras una dura labor de selección durante todo el pasado verano, podemos prever sin ningún tipo de reserva, que hemos logrado crear el mayor y más polivalente equipo de escaladores de pared de la historia de nuestro país.


-Gracias a este proyecto creado por A5 Lunnis, los diferentes miembros del equipo serán diseminados por los distintos continentes de la Tierra y nos contarán en forma de relato, sus experiencias y apreciaciones personales durante sus escaladas, con imágenes que nos harán volar a todos a esos lugares.


-En la dura selección de escaladores que vinimos haciendo de Junio a Septiembre, valoramos diferentes aspectos que debían de cumplir los componentes del grupo. A destacar el sentimiento de aventura de todos ellos.


-Agradecemos tambien a todos los candidatos no seleccionados el duro esfuerzo y el tesón demostrado durante las pruebas.


A continuación publicamos la lista de los seleccionados y sus objetivos inmediatos a cumplir:





Pablo Benito: Squamish


Javi Clos: Squamish




Talo Matín: Yosemite




Palan Martín: Yosemite





Dani de Vito: Picu Urriellu




Manoli González: Picu Urriellu



01 septiembre 2006

Reseña "Rabada - Navarro" al Picu Urriellu.

La reseña pertenece a la página web TodoVertical. Para más información y reseñas hacer clic en el logotipo.




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Cara Oeste del Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes)


- Línea general, Es una vía larga (750m de recorrido) que conviene no subestimar: el cansancio hace mella en numerosas cordadas en los últimos largos. Aunque el itinerario es lógico, conviene prestar atención para alcanzar la "Cornisa del Entreacto", inicio de la "Gran Travesía". En este punto, muchas cordadas se pierden en terreno de IV grado y no encuentran el paso a la "Gran Travesía"; existe una flecha labrada en la roca, de aproximadamente un palmo, que nos indica este punto. Las reuniones están equipadas hasta el anfiteatro; a partir de aquí puede ser necesario reforzar alguna, en especial en el "Gran Diedro". Actualmente, los dos primeros largos y el último tramo del tercero, poseen parabolts. También existen algunos espits en los largos sexto y décimo.

- La vía original tiene 21 largos. En la siguiente reseña se empalman algunos largos para hacerla en sólo 15 largos.
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1 -L1 + L2: (50-55m), (6c+ / [V+,A0] ). Superada la pequeña lastra, enfrentarse con unos pasos de bloque bien protegidos con dos espits, continuar en travesía ascendente a la izquierda. Placa con espits. Salida a R1 y continuar por placa, ahora protegida con parabolts hasta la R2.

2 -L3: (45m), (6c / [V+,A1] ). Largo de fisura-diedro en el que superan varios techos. Encontraremos clavos, cordinos, algún espit y algún parabolt. Roca lavada. Es el largo más físico de toda la vía, tanto forzando en libre como en artificial.

3 -L4 + L5: (55m), (6a / [V+,A1] ). Paso más difícil a la salida de la reunión. Superado este, encontraremos otro paso algo explosivo. El resto del largo es más sencillo, y lo agradeceremos. Llegado a la R4, continuamos por terreno descompuesto hasta la R5.

4 -L6 y mitad de L7: (45-50m), (6a obligado ). El L6 es un largo obligado de placa, protegido con algunos espits y clavos pequeños. Si vamos a continuar por el L7, mejor no chapar la R6. Iniciamos la "Cicatriz", al principio protegida con espits, luego los friends entran a cañón. Encontramos una reunión y nos la saltamos; nos quedamos en la siguiente.

5 -Mitad de L7 y L8: (55m), (V ). Continuamos por la "Cicatriz", al final por terreno más fácil. Chapamos la R7 (espit y puente de roca) y hacia la derecha encontramos un espit que al principio no se ve. Continuamos por el diedro hasta la R8 en "Tiros de la Torca" (posible escape).

6
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L9: (30m), (IV ). El paso de entrada a la travesía está más cerca de lo que pudiéramos imaginar; hay una flecha labrada en la roca. Avanzamos en travesía y en el borde de la gran lastra, en una reunión muy aérea y con dos clavos muy juntos, montamos la R9.

7 -L10: (25m), (6a+ /[V+, A1] ). "La Travesía". Empieza con un pequeño descenso, donde hay unos pocos metros de cuerda fija muy conveniente, para continuar en travesía por una aérea sección con pasos aislados muy plaqueros. Parece más difícil de lo que en realidad es; bastantes seguros vetustos. Montamos reunión en el cable de acero pasado por los espits.

8 -L11: (25-30m), (V ). La siguiente maniobra, aunque sencilla, es muy peligrosa y hay que prestar mucha atención al realizarla. El primero pasa una cuerda por el grillete del cable, la otra la deja fuera. El segundo le descuelga; la cuerda que tiene libre la va pasando por los escasos seguros (pero suficientes), mientras que en travesía progresa en diagonal hasta la R11 (espit, buril y "P"). Ahora, el primero descuelga al segundo con la cuerda que viene del grillete y le asegura con la cuerda que pasa por los seguros.

9 -L12: (30-40m), (IV ). Sencilla tirada que pasando por la R6 de la vía Murciana (en este punto se puede abandonar y, rapelando por la Murciana, en 6 tiradas estar en el suelo) no deja al pie del "Gran Diedro".

10 -L13 + L14: (55-60m), (V- ). Divertido y disfrutón diedro, a veces sobre placas con agujeros, en el que es muy fácil protegerse, teniendo su sección más dura al final del L14, al entrar en la chimenea que hay antes de la R14 (en una repisa a la derecha).

11 -L15: (20-25m), (V- ). Se puede entrar en chimenea o un poco más difícil por la derecha con algún paso largo con algo de bloqueo.

12 -L16: (40m), (III ). Destrepe hasta "Roca Solano". PRESTAR MUCHA ANTENCIÓN A LAS PIEDRAS SUELTAS.

13 -L17 + L18: (60m), (V ). Fenomenal tirada, siendo el L17 la única dificultad restante hasta la cumbre. Dos secciones de V muy bien protegidas. Parece más difícil de lo que en realidad es. El L18 es un largo de IV muy rápido. La R18 es muy aérea y coincide con la vía "Pilar del Cantábrico".

14 -L19 + L20: (¡¡ 65m !!), (IV+ ). Dos largos muy plaqueros. Si vamos con cuerdas de 60m, conviene que el asegurador se levante un poco de la reunión para permitir que su compañero llegue a la R20.

15 -L21: (35-45m), (V- ). Nos dirigimos al bloque para superarlo por su izquierda. Superado este, la reunión se encuentra a la derecha de una zona muy descompuesta que nos recuerda a una cantera.

- Descenso: El descenso habitual son los 4 rápeles de la cara Sur, coincidiendo con el trazado de la vía "Sur Directa". Para llegar al primero de ellos hay que realizar el delicado destrepe del anfiteatro, prestando especial atención a no arrojar piedras. Con cuerdas de 45m o más sólo es necesario realizar 3 rápeles.



Croquis de la Rabada - Navarro



"El Pato" durante la Gran Travesía de la cara Oeste




Paret de l'Aeri

Video Lunni de l'Aeri en un intento en solitario.


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