28 diciembre 2005

Noroeste del HALF DOME


La primera ascensión del HalfDome se llevó a cabo en 1875, pero no fue hasta 1957 cuando, Jerry Gallwas, Royal Robbins y Michael Sherrick escalan los 600m de granito vertical de la cara noroeste.

Ya desde 1945 los pensamientos de los escaladores de valle estaban dirigidos hacia este muro, y estudiaban, aunque algo desalentados, su estructura con anteojos.
En 1954 una cordada formada por Dick Long, Jim Willson y George Mandatory escala unos 50m de esta pared desde la base.

Ese mismo año otros escaladores como Warren Harding, Jerry Gallwas y Don Wilson, también se mostraban interesados en esta escalada. Estos últimos descubrieron un sistema de lajas que ascendía hasta la mitad de la pared, pero había dos problemas: conectar la parte baja con ese sistema de lajas, y continuar desde el final del mismo hasta la cumbre.
En 1955 Gallwas, Harding, Don Wilson y Royal Robbins realizan un primer gran intento, ascendiendo 150m en tres días, y usando seis buriles (incluidos uno para hacer una reu y uno para el rapel de abandono). Estos cuatro escaladores esperaban volver el año siguiente con mejor logística y equipo, pero finalmente no lo hicieron.

Robins durante la escalada



En Junio de 1957 se reunieron en el valle Jerry Gallwas, Royal Robins y Michael Sherrick para un intento definitivo. Su material era el siguiente:

Cuerdas (de nylon): para escalada (2 de 40m y 10mm), para rappel (1 de 90m y 8mm), para izar (1 de 40m y 8mm) y para auxiliar (1 de 25m y 8mm)
Agua: algo menos de un litro diario por cabeza.
Pitones: 45 (18 horizontales/ 16 angles / y Knife Blades y cucharas). Mas de la mitad de las horizontales las había forjado Gallwas en acero chromoly, muy resistentes, se usaban 15 ó 20 veces al día. Las angles también las hizo él, y varias eran para fisuras de más de 8cm de ancho.
Bolts (buriles): 25
Petate: Lo llamaban “torpedo bag”, tenía un complejo sistema de equilibrado y estaba recubierto de lona muy resistente.
Comida: algunas latas de atún, pasas, nueces, zumo de limón, chocolate y algún paquetillo de dátiles.
Ropa: ropa de escalada normal, algún sueter de abrigo y unas capas de vivac de nylon.



Para prevenir accidentes al resto de la gente con las caídas de piedras procedentes de la escalada, Wayne Merry (que les acompañó y ayudó a llevar el material a la base de la pared) colocó unas señales de aviso para los excursionistas.

Para comunicarse con los colegas sobre como iba la escalada y cuales eran sus planes, llevaban una linterna de flashes y tenían un código propio prefijado. Pero esperaban a la puesta de sol para las comunicaciones, ya que ese era el momento en el que menos excursionistas estaban pendientes de las paredes (algo que normalmente les traía problemas con los rangers, los guripas del parque).

Llegaron a la base de la pared a medio día. Esa tarde escalaron los primeros 50m y fijaron cuerda. Cena fría y durmieron a pie de pared, su último contacto con el suelo en los próximos cinco días. Por la mañana llenaron las cantimploras en el arroyo, y el “torpedo” con lo necesario (pesaba cerca de 30Kg al comienzo). Subían dos a prusik e izaban el petate, de tal modo que si este se atascaba, el tercero lo liberaba al ascender. Desde allí siguieron la complicada y ruda ruta de grado 6 del primer intento del 54. El primer vivac lo hicieron a 150m de altura en una repisa inclinada 20º, un largo por encima del punto de abandono de Harding (tres años antes).


En los primeros tramos


A la una del mediodía del día siguiente ya habían superado 135m más moderados de dificultad, de entre quinto y sexto grado de la época, y menos empinados, y llegaron a la “Travesía Robbins”, que desde la base se antojaba como la sección clave de la escalada. Tenían que atravesar en diagonal unos 90m de liso granito, ganando una altura de unos 35m, para enlazar con una incipiente serie de chimeneas y lajas que llevaban al centro de la pared. El problema era el poco tiempo.
Robbins siguió una serie diagonal de fisuras zigzageantes (no muy difíciles) y a unos 25m hizo una reu en una repisa. Desde este una estrecha fisura seguía unos 10m (8 clavos) hasta cegarse, obligando a Royal y Jerry a burilar trabajosamente en siete ocasiones. Royal llegó a última hora de la tarde a una exigua red de fisuras que no llevaban a ninguna parte, y tras colocar tres pitones, descendió unos 15m de cuerda y procedió a realizar un difícil y largo (sobra decir que aéreo) péndulo para alcanzar una serie de prometedoras fisuras que estaban a unos 12m a la derecha. Después de cuatro intentos encontró un lugar para emplazar varios pitones, donde fijó una cuerda justo anocheciendo. La segunda noche la pasaron sentados en las repisas de antes de la trave.


El tercer día remontaron la cuerda fijada por Robins, y por la fisura llegaron a una pequeña repisa en la que colocaron un buril. Un largo más de clase 6 les llevó a la amplia repisa donde nace el sistema de grandes chimeneas (por si fuera necesaria fue fijada una cuerda desde esta repisa hasta las expansiones de la travesía). A las 10 am comenzaron la gran chimenea y el sistema de lajas, a unos 300m del suelo.
Algunas de las lajas eran de enorme tamaño, y ni contactaban con la pared ofreciendo fisura alguna, ni se separaban netamente formando chimenea. Evitaron una primera gran chimenea inprotegible con laja empotrada al final escalando una fisura recta de clase 6 y poco más de 2,5cm de anchura que se separaba a su izquierda. La chimenea se cerraba unos 6m por encima de la laja-cuña empotrada y se unía de nuevo a la pared permitiendo la clavada y la progresión en clase 5 y 6, durante los siguientes 120m. La chimenea estaba llena de grandes bloques, y en concreto uno asomaba unos 3m separado unos 15cm de la pared. Royal lideró colocando 4 ó 5 clavijas en 15m y debajo de este bloque, previo aseguramiento, paso en bavaresa espectacularmente vertical por el exterior del mismo, y montó reu unos 6m más arriba. El tercer vivac lo hicieron al final del sistema de chimeneas, a 450m del suelo y unos 150 de la cumbre.

En la parte alta de la pared

El siguiente día fue el peor. Fatigados del sol, sin apenas agua ni comida, y con falta de sueño. Solo pudieron escalar unos 90m (liderados por Jerry) y tuvieron que vivaquear unos 15m por debajo del punto más alto, en un sitio muy malo. Por la mañana ya habían abandonado las chimeneas, y lo siguiente se componía de lajas pegadas a la pared de un grosor de entre 1 y 2m, y que dejaban fisuras de entre 1,5mm y 6cm de ancho. Cuando la cosa se puso muy vertical, las lajas zigzgeaban dando la sensación de estar escalando un desplome de 30º y 15m con con clavijas en v (angles) dirigidas hacia arriba y otros 15m de lajas tumbadas. Finalmente, esos tediosos 75m de escalada les llevaron todo el día. La noche fue muy incómoda pero estaban suficientemente cansados para dormitar gran parte del tiempo.

Gallwas en la sección mas dura de abrir


El quinto día el “torpedo bag” hizo honor a su nombre, lo lanzaron a unos 9m de la pared y llegó hasta el suelo sin tocarla. Dentro estaba todo el material que ya no necesitarían. A pesar de ello, aun les quedaban unos 100m de escalada de grado 6. Jerry escaló hasta el final del sistema de lajas, unos 30m, donde encontró la famosa “Thank God ledge” (repisa gracias dios) de unos 15m en travesía a la izquierda, que les salvó del desplome liso de 50m que tenían por delante, y le puso en el buen camino para salir del desplome final.

Abriendo la Thank God Ledge

Atravesando a la izquierda aun más bajo los desplomes llegaron a uno de los largos claves de toda la escalada. Desde un buril en la reu, Royal siguió mediante varios clavos precarios en grado 6 y buriló en cuatro ocasiones para llegar a una pequeña repisa donde el desplome decrecía bastante. Desde allí Jerry dio una travesía curva por una fisura poco profunda hasta unos bloques bajo la cumbre, donde acabaron a las 6 de la tarde. Warren Harding estaba esperándoles en la cumbre y todos juntos bajaron los cables de la normal. Este se fue para abajo y los tres aperturistas fueron a la base de la pared a recoger el torpedo, y como se les hizo tarde tuvieron que echar otra noche de vivac.


Michael Sherrick concluye su artículo con estas palabras:
“Algunos han dicho que hemos logrado lo imposible, pero la palabra imposible ha estado durante décadas en el vocabulario de los montañeros para referirse a esas zonas extremadamente difíciles de recorrer, y que demandan un equipo y una técnica actual. Pero los progresos en este sentido no dejan de ocurrir”

Traducido del artículo publicado por Michael Sherrick en el boletín de su club en 1958, y que aparece en el libro de Gallen Rowell "The Vertical World of Yosemite"

26 diciembre 2005

THE SENTINEL 1950 "Tortura con Pitones"


La pared norte del Sentinel fue la última gran escalada de Salathe, hecha en cinco días con muy poco agua y comida. Escalaban por propia convicción y no tuvieron ningún tipo de reconocimiento en su época.
Los primeros reconocimientos de los casi 1000m que esta pared levanta desde el fondo del valle se llevaron a cabo en 1936. Morgan Harris y sus compañeros lograron llegar a la repisa del arbol, a unos 450m de la base, desde donde se alzan los auténticos problemas de esta pared. Desde allí observaron la Gran Chimenea como el único camino lógico para superar la cara norte.
En otoño de 1948 Jim Wilson y su compañero alcanzan una repisa 30m más arriba, sobre el espolón de 250m que se dirige a la chimenea. Un año después, Bill Long y Allen Steck, unidos a los anteriores, vivaquean bajo un desplome de casi 20m y 100º de inclinación, el “desplome Wilson”, y tras usar unos 50 pitones logran alzarse unos 150m por el espolón. En 1950 Long y Bettler alcanzan lo alto del espolón, resolviendo así las aparentes mayores dificultades de la escalada.
Bill Long en una travesía pendular (tensión traverse) en el Espolón

Pero la chimenea resultaba inalcanzable, incluso mediante una travesía pendular, a unos 30m, arriba y a la izquierda, y allí el granito se presentaba liso y vertical. Además, después de unos 100m de chimenea, esta parecía estrecharse mucho, como a unos 30cm de ancho, y las paredes son lisas y desplomadas (The Narrows). Con estas perspectivas, la sección de la chimenea prometía ser el tramo más espectacular de la vía.
Se bromeaba sobre quién sería la cordada que conseguiría dar la gran travesía para alcanzar la chimenea.

Un escalador en la Gran Chimenea

En el mes de Junio de ese año, Steck y Wilson hacen un intento pero se ven obligados una retirada cuando un desprendimiento afecta a una cuerda de rapel. A finales de ese mes, Steck y Salathe llegan a lo alto del espolón tras dos días de escalada y 15 largos de cuerda de sexto grado yankie en su mayoría (en los que usaron unos 80 pitones). Allí encuentran el agua y la comida abandonada en el intento anterior de Steck, y se valen de ella.

Salathé se asoma en un tramo de chimenea en la sección del Espolón

Los 250m finales de escalada les llevarían aún dos días y medio mas de escalada sin a penas comida ni agua, y siendo necesarias 76 clavijas más y 9 buriles (de los cuales 6 se usaron en la Headwall que lleva a la chimenea, sección en la que Salathe estuvo cerca de 10 horas sobre estribos). Cada tarde, a eso de las 2, el sol les empezaba a atizar con temperaturas de más de 35º, y para colmo, desde la pared podían ver y oír las zambullidas de los bañistas en las frescas aguas del río Merced.
La estrechez de la Chimenea (The Narrow) les hizo pensar en la posibilidad de tener que dar la vuelta, pero el arte de Salathe a base de flores de clavijas logró evitar este tramo por fuera.

Steck pitonando para llegar a cumbre

Allen Steck tenía veinte y pocos años y Salathe cerca de 50, y cuando Salathe se enteró de que (más de una década después) Robbins y Frost la habían llegado a escalar en tres horas y cuarto, le dijo a Allen Steck: “Nuestra vía no Al, han escalado otra…”

Traducido del artículo publicado por Allen Steck en el boletín de su club en 1951, y que aparece en el libro de Gallen Rowell "The Vertical World of Yosemite"

14 diciembre 2005

Manolo Marchal 2

He revelado mis diapos, y voy a subir unas cuantas:


L1 - Javi entrando en la fisura


L2 -Javi comienza el largo


L2 - Uge en el tramo más pino de la primera chimenea, antes de la placa


L2 - Javi en la R2


L3 - Autorretrato en la parte alta de la chimenea, mientras "descansaba"...

10 diciembre 2005

Manolo Marchal




Es la vía "Guirles-Campos" del Pájaro, en la que sufrimos y disfrutamos el pasado jueves 8 de diciembre.


Esta es una de las vías que más nos apetecía hacer del Pájaro. Es una de las más lógicas y naturales del risco, si salvamos los 15 0 20m de artificial equipado que nos suben a ella.
Originalmente la entrada contaba con un pequeño tramo de buriles que se tomaban desde una primera clavija en la vertical del arbol de la Oeste, y que después de un dificil paso en travesía, situaba bajo la burilada. Actualmente este tramo está afectado, no reequipado y musgoso, con lo cual se accede a la burilada desde la vertical de la segunda chapa de la Oeste clásica, lanzando a una buena laja, y si es necesario podemos asegurarnos a la reu de la vía del Snoopy "Puro Barrio".

Los pasos de Ae son mucho más largos que antiguamente, y si mides menos de 1,85 debes llevar algún alargue para chapar. Este largo lo dio Eugenio, que andaba por cantoco algo despistado y se quiso venir con nosotros (y es que sabíamos que tenía muchas ganas de hacerla).
La entrada a la fisura se asegura con friends grandes (3,5 de camalot para arriba) y presenta buenos empotramientos para puño. Unos 1om después existe una reu de parabolt con argolla.


El L2 lo dio Javi, y tras pelear con la fisura-chimenea magullante, salió casi sin dudar a la palca de adherencia. Dicen que es 6b o nose qué, pero vamos, como para ponerte a hacer el gilipoyas ahí arriba a sacar los pasitos. Vas de chapa a chapa y lás últimas las pisas hasta de segundo!..... El sitio es muy bonito y llegas a una reu de parabolt con argolla en una zona muy amplia y comoda.

Era tarde, pero no quería quedarme sin mi largo. Desde la reu parece sencilllo y tumbado. Me interno en la profunda chimenea y decido pasar un enorme bloque empotrado por debajo. El sitio es muy seguro (es como una cueva) y me desencuerdo para que las cuerdas no den problemas y discurran por encima del mismo. Desde lo alto del bloque escalas dos o tres metros en chimenea estrecha vertical para colocar la única protección que ví factible, si escalas la chimenea por fuera (un camalot del 3,5 en el techo). Pero como llevábamos todo el armamento pesado (wildcountry del 6 y camalot del 5 , porsiaka), pues decido hacer la chimenea por dentro, para ver si puedo asegurar algo más en los 15 o 20m que me quedan.
No sabía muy bien si iba a poder llegar, pero mirando hacia arriba parecía que iba a caber, apretado, pero bueno. Lo que vino después, hasta que llegue a la salida, fue agotador. Subí con el 6 hasta que lo abandoné para seguro, y continué del mismo modo con el 5, mientras podía escuchar el retumbar de mis latidos entre aquellas paredes, como si de una sesión de un dj progresif se tratase...jajaja.....y estos dos venga a putear con que si ....¿que haces?....¡que frio tio!......¡se va a hacer de noche tio!....
Como acabé muy malamente, tube que empotrar el casco dos veces y vencerme de él para poder salir de allí, ...así llegué a la reu.
Eugenio comenzó por fuera, pero se agotó y tenía mucho frio, así que se bajó a la reu; pero el Javi siguió por dentro y recuperó los friends (uno lo tiró para abajo al no poder guardárselo)........Ahora era yo el que le freía a preguntitas.....¿que haces Javi?¿Por donde vas?¿A que ya no tienes frio?....jajajaja......De vez en cuando yo oía algún gemido diciendo ¡¡¡¡azzzzuuurrrrggll!!!! para que recuperara su cabo, el azul.......¡¡pero chico que no vocalizas....jajajajajaja


Bajamos a reunirnos con Uge y después de 4 rápeles de noche por la misma vía con un viento del copón, los Lunnis amerizan en los macutos.......uffffff......¡Pero que vía más GUAPA!
Este es el croquis de nuestra experiencia....el que lo quiera que nos mande un mail.

09 diciembre 2005

Descanso en Tora Bora

Aún se sienten todas esas agujetas en lugares insospechados. Cuesta levantarse pero, hay que hacerlo. Tras haber escalado la Manolo Marchal en la cara Oeste del pájaro(próximamente fotos, reportaje y croquis), decidimos tomar un descanso con el "Super Progressive Team" (Talo, Luis Santamaría y Antuan "el rey de torre")
Subimos arriba Kiko, Emilio (hasta el gorro de esperarnos en el parking) y yo. Llegamos al sector Tora Bora, un muro de escalada deportiva. Allí Emilio y yo comenzamos con una vía de adherencias y pisar muy bien con los pies. 7a con pasitos muy continuos que finalmente Emilio resolvió al segundo intento de una forma muy elegante. Yo me quedé con las ganas...


Talo mientras tanto probaba un proyecto de vía (Los hermanos malasombra) que ronda el 8c? de adherencia. Cuando terminó de darle un tiento, me ofreció probarla con la cuerda por arriba.

Talo es una persona que se caracteriza por transmitir mucha energía y positivismo. Cuando piensas -"¿para qué me voy a encordar yo ahí?" - terminas ilusionado probando una vía preciosa. Fue muy divertido ir escalando mientras te van cantando la vía. Además que tenías que tener una fé increible cuando te decían: -"Coge ese biombro de gratón de bidedo y lánzate a un romo con la mano izquierda"- porque en la realidad no ves nada, pero tú lo haces y a disfrutar.



Tras llegar arriba, me siento feliz por haber escalado una vía tan bonita y dificil.
Posteriormente, Emilio intentó a vista otra vía más dificil que la primera y mucho más bonita, que aunque no lo consiguió, se quedó un recuerdo muy bonito y el típico... tengo que volver aquí. La vía va por una placa de cantos?, para terminar por una placa de adherencia. Muy bonita

05 diciembre 2005

LSD


Quién podría decirnos, que uno de los mejores offWith de la Pedriza se iba a encontrar justo en el Cancho de Los Brezos... ahí está, en un pequeño e insignificante bordillito a unos 15 minutos del parking.

El nombre del bordillo se llama Sopa de Gafas y el offWith en cuestión: LSD

El aperturista de la vía, Josechu Jimeno, la abrió con tan sólo 2 Cámalots del número 4 que iba arrastrando según subía hacia arriba. Luego al recuperarlos, uno de los dos cámalots se le dió la vuelta, se le atascó y en una encarnizada pelea, el camalot terminó rompiéndose. Aún así, no deseaba dejar el cuerpo del delito, por lo que siguió ahí dale que te pego hasta que finalmente consiguió recuperar el difunto friend.

Kiko ya había probado la vía hacía un año. La fotaza de esta vía que presenta el libro "Verticualidad" le animó a ello y aunque aquel año no pudo, ahí quedo una semilla sembrada.

Pasó un año y los Lunnis pusieron el OVNI con dirección al sector Sopa de Gafas...

Material:

2 cámalot del número 4.

1 cámalot del número 4,5.

1 Wild Country del número 6.

Rodilleras (muy aconsejable... de esas de volley).

Vendaje o guantes en las manos.

Casco (ya sea para protegernos o para empotrarlo aún no sé muy bien).

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- ¿Vamos a calentar en la vía esta que es más facililla y eso? -preguntaba a Kiko mientras se dirigía casi encordado a la hambrienta fisura.

- ¡No!, lo mejor será irle dando al asunto, que enseguida calientas ahí adentro...

-De acuerdo. -No quería llevar la contraria. El asunto pendiente del año pasado se dejaba notar en el ambiente... así como a un resquemor.

Kiko comenzó a subir y yo no hacía más que verle sufrir. -Eso tiene que doler mazo- pensaba yo hacia mis adentros, mientras le veía meterse en la voraz fisura. Se paraba y respiraba, subía un poco el friend y seguía subiendo. Se paraba como asfixiado más arriba, colocaba otro friend y seguía hasta que se derrumbó y se tiró.

-Pilla, me he reventado...

-¡¡Mierda!!, ahora deberé de subir yo por ahí -pensaba mientras le decía que lo había hecho muy bien.-

Me até la cuerda y miré a los dos friends que había dejado que estaban como a 3 o 4 metros. Comencé a darle patadas y empotrarme de todas las formas. Llego a los friends y me tiro. -¡¡Tío estoy reventado!!, bájame que lo pruebo de nuevo. Una vez abajo vuelvo a mirar la vía y veo que si entro mirando hacia el lado contrario, se podría hacer mejor. Cojo aire y me meto de nuevo. Ahora voy mucho mejor y más rápido. Vas empotrando el puño y un pie. El otro lo usas por fuera. Sigues subiendo hasta que llegas a una laja, donde te tienes que cambiar de lado. Ahora se sube mucho mejor, empotrando todo el rato la punta y el talon del gato. Era como jumarear. Al poco llegué arriba y pegué un grito de alegría. (Por fin había salido de esa tortura).

Kiko había visto todo lo que tenía que ver para cargar las pilas. Su coco empezó a funcionar y no tardó en decir... -Pilla, ¡¡¡que voy!!!. La entrada le salió mucho mejor ahora, haciéndola hacia el otro lado. Pronto llego a la parte más dificil entre empotramientos de puños, patadas de karate y mucho ffffsssss fssssss por la boca.

Pronto llegó a la "zona jumar" donde vas empotrando la punta y el talón de una forma muy cómoda y terminó con un grito de júbilo saliendo de la fisura.

Entrenamiento Lunni (Volume II)

ZARZALEJO





03 diciembre 2005

Entrenamiento Lunni (Volume I)


























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